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Aunque no hay un momento determinado para pasar del biberón a la taza, existen algunas señales que te pueden indicar cuando definitivamente ya no es necesario.

 

¿Por qué no lo dejan?

Para ciertos niños dar este paso se vuelve muy difícil porque hacen del biberón un objeto que les otorga seguridad. Por ello, no se les debería dejar andar con él cuando no sea la hora de tomar su leche. 

Con el objetivo de que sigan con el normal desarrollo de su autonomía, los médicos aconsejan incentivarlos a usar la taza entre los doce y trece meses.

 

¿Qué hacer?

Una de las formas de hacer que deje paulatinamente el biberón es llenándolo con agua para que no lo tome como un reemplazo de sus comidas. Otra solución es comprarle algún juguete que reemplace al biberón y dejarle experimentar con las tazas, aunque al principio se ensucie.

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