Una preocupación común de los padres es que sus hijos se contagien de la llamada y temida pediculosis, enfermedad originada por unos insectos pequeños, aplanados y sin alas denominados piojos.
“Este mal es común entre los niños pequeños y podría producir complicaciones dermatológicas en el cuero cabelludo, cabello y cabeza”, señala Marsi Larragán, especialista en Pediatría de la Clínica Javier Prado.
La picazón en la nuca, detrás de las orejas y en el cuero cabelludo es el primer síntoma de la pediculosis. Este malestar va aumentando conforme pasan los días. Según la especialista, el piojo inyecta una toxina que es irritante y anticoagulante. Por ello, cuando un niño procede a rascarse se provoca heridas.
Larragán aconseja a los padres no alarmarse ante la presencia de estos bichos pero sí tomar las precauciones para combatir este problema. “Para eliminar los piojos se le debe aplicar al paciente y a todo el grupo familiar lociones especiales”, acota.