La deficiencia de hormona de crecimiento (GH) es un trastorno que puede retrasar el desarrollo físico de los niños, afectando su velocidad de crecimiento. Sin embargo, este problema no se detecta únicamente observando la estatura; es necesario realizar controles periódicos mediante evaluaciones pediátricas que incluyan un análisis detallado de la curva de crecimiento.
Si un niño muestra un crecimiento más lento de lo esperado, el pediatra puede recomendar pruebas adicionales para determinar si existe una deficiencia de GH. “El diagnóstico de deficiencia de hormona de crecimiento debe ser preciso y oportuno para evitar consecuencias a largo plazo en el desarrollo de los niños”, afirma el Dr. Carlos del Águila, especialista en endocrinología pediátrica. “Es importante no solo medir la estatura, sino también evaluar los indicadores hormonales y el ritmo de crecimiento de cada niño, ya que cada caso puede ser diferente”.
Diagnóstico de la deficiencia de hormona de crecimiento
El diagnóstico lo realiza un endocrinólogo pediátrico o, en algunos casos, un endocrinólogo de adultos, mediante tres niveles de evaluación:
- Evaluación de marcadores biológicos: Se mide el factor de crecimiento similar a la insulina (IGF-1) y su proteína transportadora para determinar si el crecimiento está afectado.
- Velocidad de crecimiento: Si el crecimiento del niño está por debajo de lo esperado, junto con niveles bajos de IGF-1, se avanza en el diagnóstico.
- Prueba de estimulación de GH: Esta prueba funcional confirma el diagnóstico y, en Perú, se realiza comúnmente con clonidina debido a los riesgos que presentan otras sustancias.
En adolescentes, el diagnóstico requiere especial atención en la fase previa al estirón puberal, ya que los cambios hormonales de la pubertad pueden dificultar la detección de la deficiencia.
Tratamiento y nuevas alternativas
El tratamiento con hormona de crecimiento puede iniciarse tan pronto como se diagnostique el problema. Esto ayuda a mejorar la expectativa de talla en personas con deficiencia, evita una estatura extremadamente baja y favorece un desarrollo físico balanceado, incluyendo una maduración adecuada de los órganos.
Actualmente, las inyecciones de hormona de crecimiento de acción prolongada, que se aplican semanalmente en lugar de diariamente, han revolucionado el tratamiento. Este avance mejora significativamente la adherencia en los niños, reduce el estrés de los padres y facilita la continuidad del tratamiento. La endocrinología pediátrica sigue avanzando hacia métodos que simplifiquen y optimicen el proceso para los pacientes y sus familias.
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