Si bien el país viene recuperándose del impacto social, económico y político de la pandemia del COVID-19, aún hay uno del que no logramos hacerlo, pues continúa creciendo en el país: la violencia contra la mujer.

Y es que al día desaparecen un promedio de 15 mujeres peruanas en lo que va del año, según el informe “¿Qué pasó con ellas?” de la Defensoría del Pueblo, registrando un total de 4470 notas de alerta en el que 33% (1487) son adultas y 67% (2983) son niñas y adolescentes mujeres hasta octubre de este año, advierte la Fundación Forge para Perú.

La especialista en temas de género, María José Gómez, directora de la Fundación Forge para Perú, Colombia y Ecuador, comenta que “más del 70% de la violencia en el mundo se produce en el domicilio familiar. En Perú, el 50.8% de los hombres ha ejercido violencia como instrumento para someter a sus parejas. En los últimos 10 años se ha duplicado el número de denuncias. Coincidentemente, este mayor número de denuncias va de la mano con el incremento de la participación de las mujeres en la población económicamente activa (PEA)”.

Según el último informe de la Defensoría del Pueblo, en octubre del presente año 174 mujeres fueron reportadas como desaparecidas de regiones como Lima, Arequipa, Lambayeque, Callao y Junín, mientras en el mismo mes 344 niños, niñas y adolescentes fueron reportados/as como desaparecidos, siendo el 81% predominantemente mujeres.

“Las estadísticas reafirman que existe una relación entre género y edad de las víctimas como factores de vulnerabilidad. Solo en octubre existieron 16 feminicidios y 10 tentativas de feminicidio, lo que ya nos da una pequeña muestra del difícil panorama que atraviesan las mujeres en el Perú”, agregó Gómez.

¿Cuál es el impacto de la violencia de género en la economía peruana?

La violencia de género es una de las razones del absentismo laboral, de retrasos, rotación y bajas por enfermedad, limitando no solamente la salud en todas sus dimensiones, sino también su desarrollo profesional. “El costo de esta violencia afecta principalmente a las mujeres y su impacto negativo se extiende a toda la sociedad. Por lo menos, 4 de cada 10 víctimas no tienen ingresos”, aseveró la directora de la Fundación Forge para Perú, Colombia y Ecuador.

Según la especialista, la autonomía económica puede ser uno de los factores determinantes para que las mujeres puedan encontrar un camino hacia la libertad. Los programas de formación e impulso del empleo de mujeres son fundamentales para acabar con la violencia de género, que debe lograrse para alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres.

La Fundación Forge desarrolla desde el 2005 un programa de empleabilidad juvenil que tiene como fin lograr la autonomía económica de jóvenes de bajos recursos económicos. Por el programa han pasado más de 50.000 jóvenes latinoamericanos. En su compromiso por la igualdad, al menos el 65% de jóvenes de su programa son mujeres. La especialista considera necesario que se haga una reforma en los modelos educativos y de socialización que justifican este tipo de violencia o solo se hacen ciegos a un problema que aqueja a las mujeres del país.

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