El Parkinson es una enfermedad degenerativa que afecta a un grupo de neuronas del cerebro y se caracteriza por provocar en distinto grado temblores, rigidez y lentitud de los movimientos, lo que afecta la calidad de vida de las personas. Además, existen otros síntomas no menos importantes como la alteración del habla y de la marcha, depresión, demencia, estreñimiento y alteración del sueño. Según datos del Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas (INCN), en el Perú existen 30 mil personas diagnosticadas con esta patología[1].

De acuerdo con el Dr. Fernando Ramirez de Noriega, neurocirujano y especialista en Estimulación Cerebral Profunda, el Parkinson es mucho más que un temblor. “Se trata de una enfermedad progresiva que afecta el movimiento, la postura, el equilibrio y, en muchos casos, la función cognitiva. A medida que la enfermedad avanza, su impacto puede ser devastador tanto para el paciente como para su familia, ya que reduce la movilidad, independencia y calidad de vida. Esta condición tiende a empeorar con el tiempo, y aunque no hay cura, existen opciones terapéuticas para controlar los síntomas de manera satisfactoria”.

En esa línea, el vocero enfatiza la importancia de tener en cuenta estos cinco datos importantes sobre el Parkinson para comprender la gravedad de la enfermedad, promover la conciencia pública, mejorar la atención médica y el apoyo de los pacientes:

1. Incidencia: Esta patología suele asociarse con los adultos mayores. En el Perú, el Parkinson afecta a uno de cada 100 individuos de 65 años o más. Sin embargo, últimos registros a escala nacional evidencian que el 90% de los casos comienzan después de los 40 años.

2. Signos y síntomas: Varían y suelen empeorar con el tiempo. Entre los síntomas motores comunes están la lentitud de los movimientos, el temblor, la rigidez, contracturas musculares (distonías), alteración del habla, problemas de equilibrio y dificultad para caminar. Los no motores incluyen deterioro cognitivo, trastornos del sueño, dolor y depresión. Estos síntomas van a generar distinto grado de discapacidad en el paciente.

3. Diagnóstico temprano: Aunque no hay una prueba específica para diagnosticar la enfermedad y puede ser difícil de detectar en las etapas iniciales, es crucial consultar a un médico si se experimenta temblor, rigidez u otros signos mencionados anteriormente.

4. Tratamientos disponibles: Si bien no hay cura para el Parkinson, existen distintas opciones para controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente. El tratamiento farmacológico inicial suele ser efectivo, pero con el tiempo será necesario aumentar la dosis y la frecuencia de las tomas del medicamento. Actualmente, gracias al avance tecnológico, se encuentran opciones disponibles en el Perú, como la cirugía de estimulación cerebral profunda (DBS), la cual logra controlar muchos de los síntomas de la enfermedad, mejorando la calidad de vida de los pacientes de manera significativa.

5. Apoyo y concientización: Es fundamental contar con el respaldo de quienes rodean al paciente y sensibilizar al público en general para ayudar a las personas afectadas por la enfermedad en sus desafíos diarios y permitirles llevar una vida plena. Además, es importante que las autoridades del sector salud ejecuten campañas de concientización para identificar los síntomas de manera temprana, lo que facilitará un tratamiento oportuno y la prevención de complicaciones asociadas, como la demencia, la depresión, el aislamiento, entre otras, que afectan la calidad de vida de las personas.

Por otro lado, el experto señala que, si bien el tratamiento del Parkinson mediante la estimulación cerebral profunda (DBS) es factible en el país, muchos pacientes llegan al consultorio en estadios muy avanzados de la enfermedad, lo que dificulta su acceso a este tipo de terapia. “Es fundamental estar informados sobre los diferentes tratamientos disponibles y consultar la viabilidad de su aplicación. Un equipo multidisciplinario tendrá el conocimiento necesario para determinar en qué momento se debe plantear la opción de una cirugía cerebral”.

Finalmente, el Dr. Ramirez de Noriega señala la necesidad de mejorar el acceso a la atención médica, promover la investigación, facilitar el uso de tecnología de la salud, y garantizar programas de educación médica continua. “Esto permitirá avanzar hacia un futuro en el que todos puedan acceder a los tratamientos necesarios para llevar una vida plena”.

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