Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES) 2019, 700 mil menores de 3 años, de un total de 1,6 millones a nivel nacional, tienen anemia.
Padecer anemia por falta de hierro en niños, y que se prolongue por mucho tiempo, deja secuelas en la capacidad cognitiva del menor que no se recuperan. Por eso prevenir esta enfermedad y atenderla de inmediato es necesario.
Después de evitar la anemia en la madre gestante, el clampaje oportuno del cordón umbilical es la segunda medida que debemos cuidar para evitar este mal. En el alumbramiento, ese cordón umbilical está abasteciendo de hierro al recién nacido y, además, le asegurará una reserva por los siguientes 4 meses.
La leche materna no es rica en hierro, por ello ese abastecimiento es fundamental. Al cuarto mes, la suplementación con hierro es necesaria, recordemos que hasta el sexto mes el bebé recibirá leche materna únicamente. En adelante, la alimentación complementaria suficiente en hierro, la suplementación y la supervisión en el control de niño sano pueden prevenir la anemia.
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