Las historias de brujas han calado en el imaginario colectivo, pero ninguna como el caso de El proyecto de la bruja de Blair, película de terror que marcó un hito en las cintas de este género. En este caso, el relato que presenta esta cinta no fue del todo producto de la imaginación de un creativo. Al contrario, una leyenda fue la base para esta cinta.
Para el año 1785, el pueblo de Blair (Maryland, Estados Unidos), albergaba a una anciana llamada Elly Kedward, quien era acusada de extraer sangre a niños por medio de engaños.
Al conocer la supuesta verdad, los padres de familia señalaron a Kedward como hechicera. Según las leyes locales, una bruja como la anciana debía ser expulsada.
Kedward fue amarrada a una carretilla y dejada en medio del bosque helado de Black Hills. Al creer que la mujer había mujerto por inanición, todos creyeron que la vida normal había vuelto. Al transcurrir un año, las personas que señalaron a Kedward de bruja fueron desaparecidas. Ante estos hechos, miles huyeron del lugar.
Con muchos años en la completa soledad, este pueblo fue habitado nuevamente y bautizado con el nombre de Burkittsville. Sin conocer la antigua historia, varios vecinos aseguraron que habían visto asomándose del Tappy East, el río que cruza la localidad, una mano de una mujer extremadamente pálida. Al intentar indagar, Eilleen Treacle, una niña de 10 años, no apareció tras sumergirse en el dichoso río.
En 1994, esta leyenda americana volvió a tomar relevancia cuando Heather Donahue, Joshua Leonard y Michael Williams, tres estudiantes de la Universidad de Montgomery, decidieran realizar un documental gráfico en Burkittsville sobre Elly Kedward, la famosa bruja de Blair. Con el objetivo de encontrar la dichosa bruja, los 3 jóvenes al bosque de Black Hills. Nunca más volvieron a saber de ellos.
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