Durante los primeros meses de vida, la se convierte en el único y mejor alimento para los . Sin embargo, esto cambia cuando llegan los seis meses de edad, ya que muchos padres comienzan a preocuparse porque saben que es momento de pensar en la alimentación complementaria de sus hijos.

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Ante esta nueva etapa para los padres y el bebé, María Isabel Vera, gerente médico en Abbott, comparte cinco para introducir los alimentos sólidos y llevar al menor en la dirección correcta, para una buena nutrición a lo largo de toda su vida.

1. Alrededor de los 6 meses introduce alimentos sólidos

Alrededor de los seis meses de edad, los bebés suelen desarrollar la capacidad de colocar su labio superior alrededor de una cuchara y llevar los alimentos a la parte posterior de la boca. A esta edad, comienzan a sentarse y sostener su cabeza, que es necesario para mantener su seguridad y evitar que se atoren.

Sin embargo, como el desarrollo de cada niño puede variar, fíjese en las señales de que su bebé está preparado para comer alimentos sólidos. Pregúntese: ¿Mi bebé se puede sentar y mantener su cabeza erguida por sí mismo?, ¿tiene el peso correcto?, ¿se interesa en ver cómo comen los demás?, ¿ya no saca mucho la lengua y no babea?, y ¿posee la habilidad de tragar?

2. Comienza lento y sencillo

Los primeros alimentos sólidos para el bebé pueden incluir purés diluidos de cereales, enriquecidos con hierro, o de vegetales y fruta, explica la Dra. Vera. Primero, mezcle una cucharita de cereal con 4 o 5 cucharitas de leche materna. A los seis meses, empiece con alimentos sólidos a media mañana, el almuerzo y a media tarde.

Permitir que su hijo se alimente por sí mismo a temprana edad puede fomentar mejores patrones de alimentación y conducir a un peso corporal más saludable. Comienza con porciones pequeñas -tal vez una o dos cucharadas – y después, poco a poco incrementa las porciones hasta alcanzar alrededor de un cuarto de taza.

3. Alimentación a demanda

“Una de las partes importantes de enseñar a tu bebé sobre cómo comer es seguir la regla de oferta y demanda”, indica la especialista. Además, agregó que “los bebés y los niños tienen un sentido innato de cuánto necesitan comer. Deja que tu bebé sea tu guía, siempre teniendo en cuenta las pocas cucharadas de alimento que necesitarán al inicio”. De manera similar, recuerde que la transición a comida sólida puede tardar alrededor de seis meses o más.

4. Mezcle el menú con alimentos saludables

Es fácil caer en la rutina cuando se introduce comida sólida. Recuerde que los alimentos que le da ahora a su bebé pueden preparar el escenario para los alimentos que comerán por el resto de su vida. “Tienes una pequeña ventana de oportunidad para enseñar a tu bebé a que ame la comida saludable. No la desperdicies”, añade Vera.

Cuando comience a variar el menú, evite las comidas altas en grasa, azúcar o sal. Esto puede llevar a que los niños las prefieran, teniendo un impacto negativo en sus hábitos alimenticios en el futuro.

5. Introduce alimentos potencialmente alergénicos de manera gradual

Muchos padres se preocupan en cómo introducir alimentos que pueden provocar una reacción alérgica en su bebé, así que evitan dar alimentos como huevo, nueces o mariscos. Pero olvidan que, en el futuro, estos formarán parte de una dieta balanceada. En un informe publicado por la Asociación Americana de Pediatría se recomienda que, a edades tempranas, los papás podrían presentar a sus bebés alimentos potencialmente alergénicos, ya que esto podría prevenir el desarrollo de alergias alimentarias específicas.

Cuando comience a introducir alimentos alergénicos (huevo, trigo, soya, pescado, mariscos y nueces) en la dieta del bebé, la experta recomienda que entre cada uno de ellos dé un espacio de una semana o más. Si identifica algún síntoma de alergia alimentaria como tos, hinchazón o salpullido, llame al pediatra para que acuda a una evaluación pronta.

Ojo al dato

Introducir los alimentos adecuados de manera temprana puede brindar a su bebé una vida de buena nutrición y salud. Pero tómelo con calma, no tenga miedo de experimentar con los alimentos, y lo más importante, disfrute de este momento clave en el desarrollo y crecimiento del bebé.

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