Si es de aquellas personas que sufren por no ser capaces de expresar lo que sienten y todas sus relaciones, ya sea en el plano amoroso, amical o familiar, han estado destinadas al fracaso, es probable que carezca de responsabilidad afectiva. En esta nota explicamos el significado e importancia de este término.

¿Qué es la responsabilidad afectiva?

Según la psicóloga clínica Juliana Sequera, la responsabilidad afectiva es el cuidado que se le brinda a las emociones y sentimientos. Si una persona logra ser responsable, podrá construir excelentes relaciones y con ello alcanzar el bienestar en la vida. Además, se encontrarán más plenos y satisfechos con sus decisiones.

¿Cómo conseguirla?.

El primer paso es aprender a tener control de las emociones, buscar el origen de ellas y hablar sobre su estado de ánimo con normalidad. La especialista afirma que “es crucial establecer límites en cualquier tipo de relación para saber qué puedo hacer y qué le permito al otro”. Asimismo, es necesario aprender a reconocer los errores para empezar a trabajar en ellos. Si siente que no puede hacer este cambio solo(a), recurra a un profesional de la salud mental.

¿Qué pasa si no es responsable afectivamente?

En caso de no tomar acciones para mejorar la responsabilidad afectiva, las relaciones serán siempre caóticas, la persona afectada no se sentirá bien consigo mismo y, por ende, terminará dañando a quienes lo rodean. También se corre el riesgo de carecer de empatía, es decir que no va a tener en cuenta al otro ni validar lo que siente.

Consejo

La psicóloga señala que desde la infancia se debe empezar a trabajar con su educación emocional para que sean adultos responsables con lo que sienten.

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