Limpiar las persianas es una tarea doméstica para la que nunca hallamos el momento y siempre termina postergada para la semana que viene, porque es laborioso e implica un tiempo considerable. Por ello, ahora te ofrecemos unos trucos caseros para que puedas agilizar esta labor.
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Las persianas de las ventanas están siempre expuestas a la intemperie, al polvo y la suciedad que proviene de la calle, por lo que es necesario que tengan un mantenimiento y una limpieza periódica. Tener las ventanas limpias evitará esa imagen de suciedad que verán los demás desde el exterior.
Cómo eliminar toda la suciedad de las persianas
1. Aspira la persiana
Lo primero que hay que hacer es retirar el polvo que se acumula entre las ranuras. Lo mejor es hacerlo en seco, ya que si aplicamos agua y jabón puede formarse una capa de suciedad difícil de retirar. Aunque puedes utilizar un cepillo de cerdas suaves, la mejor manera consiste en pasar la aspiradora usando un accesorio de boquilla estrecha con el que repasar entre las ranuras. En caso de que no dispongas de una, un plumero puede ser otro buen truco para limpiar la persiana.
2. Empieza por dentro
Comienza por extender la persiana y eliminar el polvo que pueda tener. Después tendrás que fregarla con una solución de agua, jabón y amoniaco, enjuagar y secar. Es muy importante dejar extendida la persiana hasta que se haya secado completamente, ya que no conviene enrollarla húmeda.
3. Ahora por fuera
Para limpiar la parte exterior el método es el mismo, siempre y cuando tengas acceso a la persiana desde afuera. Recuerda que lo más importante siempre es la seguridad, por lo que no se debe tratar de acceder a la parte exterior de la persiana desde dentro. Puede resultar bastante peligroso.
Con un cepillo de cerdas suaves, limpiaremos bien de arriba abajo. Tras cepillar la persiana, debemos aspirarla tanto por dentro como por fuera. Luego, pasa un trapo con agua y jabón neutro, de izquierda a derecha y de arriba abajo. Cuando esté bien limpia, es importante secarla bien con un trapo limpio.
4. Si no tenemos acceso desde el exterior
Si no tenemos acceso al exterior de la persiana existe un método sencillo para limpiar la parte de fuera de las persianas. Consiste en sacar el tambor en el que se alberga la persiana cuando está enrollada.
5. Persiana de madera o aluminio
Si tus persianas son de madera, entonces necesitas un limpiador especial para este tipo de material. Tan solo necesitarás cera para mueble o abrillantador de maera y proceder a pasarle un poco de éste por medio de un trapo un poco humedecido.
A la hora de mantener limpias las persianas de aluminio, lo mejor es utilizar un producto específico para carpinterías de este material y, sobre todo, prescindir de estropajos abrasivos, ya que el aluminio se raya con mucha facilidad.