Cumbe, la tierra de la chirimoya

En el kilómetro 45 de la Carretera Central, un angosto y escondido camino es la puerta de entrada a uno de los distritos más apacibles de la provincia de Huarochirí: San Mateo de Otao. En este lugar de extensas áreas verdes se sitúa Santo Toribio de Cumbe, pueblo famoso por sus deliciosas chirimoyas capaces de conquistar el más exigente paladar.
Desde que uno ingresa a esta pequeña comunidad de 150 habitantes, es posible deducir que se trata de la tierra de la chirimoya. Esta fruta, de interior blanco y forma de corazón, abunda de marzo a setiembre y se confunde entre las hojas de los árboles.

Eucario Cuéllar Chávez, presidente de San Toribio de Cumbe, cuenta que desde 1940 se cultivan 70 variedades de dicho fruto. Sin embargo, aclara que en el año 50 se logró injertar en su pueblo una especie de chirimoya de gran calidad a la que denominaron Cumbe.
Por su parte, Esau Solano, cultivador y apañador, comenta que los lunes, miércoles y viernes son días sagrados para la comunidad. “De forma interdiaria recolectamos las chirimoyas y las vendemos. Esto es una tradición”, acota.

La fiesta de la chirimoya
Como cada año, el último domingo de mayo, los pobladores de Cumbe celebrarán el Festival de la Chirimoya. A través de este evento, que se desarrolla desde hace 20 años, la comunidad promueve el consumo del delicioso fruto y crea nuevos productos para el mercado nacional e internacional. “Los asistentes disfrutarán de helados, jugos, cócteles y otros manjares hechos a base de chirimoya”, refiere Cuéllar.
Los concursos son infaltables en esta fiesta. Además de premiar el potaje más delicioso, se elegirá la más variada considerando la calidad, el peso, la textura, la forma y el color. En esta fiesta no faltará la presencia de bailes costumbristas y shows artísticos. “Nuestro pueblo es un valle bendecido, pues en su territorio crece la mejor chirimoya, de la cual nos sentimos muy orgullosos. Este tradicional evento se realiza con el propósito de que todo el Perú pueda conocer nuestro producto bandera “, finaliza Cuéllar.