La felicidad del adulto mayor depende de su actitud positiva antes que de su estado físico.
Mucho se habla sobre los cambios emocionales por los que pasan las personas de la tercera edad a causa de la soledad, el abandono familiar y los malestares propios de esta etapa, lo cual hace que se les considere como personas tristes, depresivas y con pocas ganas de vivir.
Pero la vejez no siempre es señal de eso, muchos llegan a esta edad con una actitud positiva porque sienten que es el momento para que realicen aquellas cosas que en su juventud no hicieron por tener otras responsabilidades.
Al respecto, psicólogos de la University of Michigan, en Estados Unidos, establecen que la vejez no sólo trae consigo los achaques, también conlleva cierta felicidad que algunos mayores no esperan. El estudio señala que los adultos mayores ven la vida con una actitud positiva porque, a diferencia de los jóvenes, cuentan con la experiencia necesaria para superar las dificultades diarias.
Para Peter Ubel, director de la investigación, el secreto para ser más felices en la vejez radica en los tropiezos de la vida que nos hacen más sabios, lo que provoca generalmente una mejoría en las emociones.
Lamentablemente la sociedad ha generalizado el concepto 'vejez igual tristeza' y hace que las personas, sobre todo los jóvenes, vean a los adultos mayores como seres resignados y no como lo que realmente son: personas valiosas gracias a su experiencia.