La leche de vaca es un alimento nutritivo y de consumo masivo en los diferentes grupos de edad. Al ser de origen animal, durante su extracción y manipulación puede ser fácilmente contaminada por gérmenes que pueden fermentar o descomponer la leche. Es por eso que debe pasar por algún proceso para asegurar su inocuidad y conservación.
De forma artesanal, la leche de vaca debe ser hervida para eliminar las bacterias que pudieran descomponerla o causar enfermedades. La industria puede utilizar diversos procesos que aseguran el valor nutricional, calidad, conservación e inocuidad de este alimento.
Los tratamientos industriales suelen ser procesos que usan calor, por ejemplo, la pasteurización, tratamiento ultratérmico o con temperatura ultra alta, que puede ser fácilmente identificado en el empaque por sus siglas UHT, y la esterilización. A pesar de ser procesos que utilizan calor, la pérdida de nutrientes no es significativa.
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