Mito o realidad: ¿Existe el 'mal de ojo'?
Mito o realidad: ¿Existe el 'mal de ojo'?

Seguramente más de una vez has escuchado hablar del . Y es que es una creencia muy popular, cuyo origen se pierde en la historia. El llamado mal de ojo se basa en una superstición según la cual una persona es capaz de producirle mal a otra persona sólo con mirarla.

Esta una creencia muy extendida, en muchos pueblos y culturas a través de la historia. Por ejemplo, los musulmanes escribían en su libro del Corán: "Los infieles casi os hacen dormir con sus miradas" y los antiguos griegos protegían a los jóvenes marcando sus frentes con barro o cieno, consideraban que la  iba unida a la mirada maligna.

Se sabe que la creencia del mal de ojo ya existía en el antiguo Egipto donde usaban el conocido 'Ojo de Horus', un talismán muy popular que incluso se vende en joyerías modernas engarzado en piedras preciosas. Muchas personas lo llevan colgados en el cuello o lo colocan en las puertas de sus casas o automóviles.

Como se trata de una superstición muy arraigada en la cultura popular y folclórica la lista de los supuestos remedios o protecciones para evitar ser víctima del mal de ojo es innumerable, esto incluye oraciones a los santos, cruces u objetos religiosos que se llevan en el cuerpo, los llamados ojos turcos, las patas de conejo y demás  y talismanes que se le ponen a los niños recién nacidos.

Además, hay quienes se sienten enfermos y atribuyen su condición al haber sido 'ojeados', por eso acuden a curanderos o hechiceros que realizan determinados ritos para alejar el mal. Si el problema de la persona es producto de una sugestión, tal vez este rito podría ayudarle ya que todo esto está en su mente y sus creencias.

Cabe señalar que, desde un punto de vista científico, no hay razón alguna para creer en esta superstición. Según explican, lo que sucede es que la persona que recibe una mala mirada producto de la envidia de otra persona se impresiona, sugestiona y siente mal.

Si la persona es supersticiosa y cree en el mal de ojo, puede llegar a enfermarse por la sugestión y no por el hecho de la mirada. Las sociedades modernas crean mucho estrés y no es raro que las personas se sientan nerviosas, a veces con alteraciones del ritmo cardíaco y respiratorio, y piensan: “tengo un mal de ojo o me hicieron un hechizo”.

¿Y cómo protegerse? Básicamente la mejor protección que existe contra el mal de ojo es nuestra propia mente, ya que es una sugestión que funciona solamente cuando se cree en ella, como sucede con la mayoría de hechizos, encantamientos y cosas por el estilo. ¡Todo es producto de una sugestión!

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