¿Quién no aprendió y repasó en el colegio el conocido teorema de Pitágoras? Esta al igual que muchas fórmulas matemáticas, físicas o químicas memorizadas en la educación secundaria no tenían, tal vez, sentido de ser aprendidas porque, creíamos, que estás no podían ser aplicadas en la vida diaria, pero hoy te demostramos lo contrario.
Para el docente Miguel Ramos, especialista en matemáticas de Innova Schools "Es mejor contextualizar a los alumnos con cosas que ellos hayan visto. Podríamos trabajar, por ejemplo, en la maqueta de un puente similar al Rayito de Sol (que une el Cercado de Lima con el Rímac)”, afirma, con el objetivo de comprender la conocida fórmula: a2 + b2 = c2, donde el puente al tener una estructura metálica vertical que sostiene los cables forma una secuencia de triángulos-rectángulos y para hablar la longitud de los cables bastará con aplicar la fórmula sobre el eje vertical y la base del puente.
Es así que gracias al teorema de Pitágoras los niños pueden comprender cuánto debe medir cada cable para realizar una maqueta. Aplicando las fórmulas científicas a situaciones concretas y de la vida diaria los estudiantes podrán hallar vocación.
“También existen softwares que ayudan, como uno de modelado 3D llamado SketchUp, que invita al alumno a entender cómo se aplican conocimientos como el teorema de Pitágoras a la construcción y el diseño”, explica el especialista.
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