Protege a tus hijos del sarpullido

El calor propio de la estación hace que la sudoración aumente. Esta reacción, que es natural en el organismo, para los bebés es una verdadera amenaza, y es que la presencia de calor y humedad ocasiona lesiones en su piel. Una de las principales es el sarpullido, que no es otra cosa que la erupción de pequeños bultitos (a veces ampollas) que pueden ser de color rojo, en especial si la piel es blanca.

Si tu bebé sufre de sarpullido, lo más probable es que se encuentre en los pliegues de su piel y en partes del cuerpo donde las prendas están ceñidas, incluido el cuello, entrepierna y nalgas. Si usa gorras o sombreros, este se diseminará a lo largo del cuero cabelludo o la frente. Así que se recomienda no usarlo por tiempo prolongado. Si bien el sarpullido no es doloroso, puede causar una comezón irritante.

Prevenir para no lamentar
Reducir su amenaza de aparición es posible siempre que se mantenga al bebé cómodamente fresco, vistiéndolo con prendas holgadas. El algodón es un tejido natural absorbente que le permitirá sudar con mayor eficacia que los tejidos sintéticos.

Es necesario evitar los revestimientos para pañales de plástico. Una leve aplicación de almidón de maíz (maicena) en los pliegues de su piel puede ayudar a evitar el sarpullido, pero no se debe usar talco, ya que es peligroso si el pequeño lo respira.

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