El cuerpo humano tiene muchas zonas erógenas que te conviene explorar para incrementar el placer en la cama. Una de ellas, aunque suele pasar desapercibida, es el ombligo. Te enseñamos a jugar con esta parte de la anatomía:
- Masajea el área alrededor. Frotar con aceites los músculos que rodean el ombligo ayudará a encender los motores. Intenta poner un dedo en el ombligo mientras lo haces. A algunas personas, eso las calienta.
- Enfócate en dos zonas. Puedes, por ejemplo, acariciar sus genitales mientras lames su ombligo y alrededores. Te lo agradecerá.
- Aparenta que harás sexo oral. Empieza a besarlo y ve descendiendo con dirección a sus genitales, pero detente a la altura del ombligo.
- Usa la lengua. Pasea la punta de tu lengua por torso, centrándote principalmente en el ombligo.