El cáncer de mama sigue siendo una de las principales causas de muerte en mujeres a nivel mundial. Según la Organización Mundial de la Salud, en 2023 se diagnosticaron más de 2.3 millones de casos nuevos de esta enfermedad. En el Perú, cada año se registran aproximadamente 7,000 nuevos casos de cáncer de mama, convirtiéndose en uno de los tipos de cáncer que cobra más vidas en nuestro país. Por ello, es fundamental contar con un diagnóstico temprano y un tratamiento oportuno.

Dependiendo de la etapa del cáncer y otros factores, la radioterapia se destaca como un pilar fundamental en el tratamiento del cáncer de mama.

¿Qué es la radioterapia?

El Dr. Yan Carlos Vargas Caycho, médico radioncólogo y director de Oncodrip, explica que la radioterapia es un tratamiento con rayos de alta energía que destruye las células cancerígenas mientras preserva el tejido sano circundante. Puede aplicarse tras una cirugía de conservación del seno para prevenir la recurrencia del cáncer, o bien en los ganglios linfáticos adyacentes y en otras áreas afectadas del cuerpo, como la médula ósea, el cerebro o los huesos.

Tipos de radioterapia utilizados en el tratamiento del cáncer de mama

· Radioterapia externa: Este es el tipo más común de radioterapia para el cáncer de mama. Se utiliza una máquina llamada acelerador lineal para dirigir rayos de alta energía hacia el área afectada. El tratamiento suele realizarse en sesiones diarias durante varias semanas y está diseñado para destruir las células cancerígenas mientras protege el tejido sano.

· Radioterapia intraoperatoria: Se aplica durante la cirugía para extirpar el tumor, en el mismo momento en que se realiza la operación de conservación del seno. Este método permite dirigir la radiación directamente al sitio del tumor antes de que el tejido cicatrice, reduciendo el tiempo total de tratamiento y minimizando la exposición de tejidos sanos.

· Radioterapia de haz de electrones: Este tipo de radioterapia se dirige hacia la piel y las capas superficiales del cuerpo, lo cual es beneficioso para tratar el cáncer de mama que involucra la piel o se encuentra muy cerca de la superficie.

· Braquiterapia: También conocida como radioterapia interna. En este tratamiento, se colocan pequeñas semillas o catéteres que emiten radiación directamente en el área afectada del seno. Esto permite administrar una dosis alta de radiación en un área precisa y en menos tiempo que la radioterapia externa, lo que puede ser útil para algunos pacientes con tumores localizados.

Es importante señalar que todos los tipos de radioterapia pueden causar efectos secundarios, que varían según el tipo y la duración del tratamiento, así como la respuesta de cada paciente. Los efectos más comunes incluyen enrojecimiento de la piel, fatiga y cambios en el tejido mamario. Algunos pacientes tambien pueden presentar efectos a largo plazo, como rigidez del tejido o linfedema. El especialista indica que contar con una orientación médica adecuada es esencial para comprender y manejar estos posibles efectos.

Beneficios de la radioterapia en el cáncer de mama

  • Reducción del riesgo de recurrencia: Al eliminar células cancerosas residuales, la radioterapia disminuye considerablemente la probabilidad de que el cáncer vuelva a aparecer en la zona tratada.
  • Tratamiento específico y localizado: La precisión de la radioterapia permite atacar el cáncer de manera directa, lo que es crucial en el tratamiento de tumores localizados.
  • Alternativa menos invasiva: Para algunas pacientes, la radioterapia puede ser una opción preferible frente a procedimientos quirúrgicos más invasivos, especialmente en fases iniciales del cáncer de mama.

Además de los beneficios del tratamiento, es fundamental que las mujeres se realicen exámenes preventivos de manera regular y consulten a especialistas si notan algún cambio en sus mamas. “La detección temprana, combinada con opciones de tratamiento avanzadas como la radioterapia, puede marcar una gran diferencia en las tasas de supervivencia”, finaliza el Dr. Vargas.

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