Las múltiples actividades que debemos hacer por las mañanas nos dificultan prepararnos un buen desayuno. Muchas veces nos saltamos esta importante comida e iniciamos el día con el estómago vacío. Aunque no tomamos en cuenta que es necesario iniciar nuestra mañana con los nutrientes necesarios para darnos la energía que necesitamos y mantenernos sanos.
Así lo asegura nutricionista del Instituto Daniel Alcides Carrión, Aracelly Bravo, quien advierte que el desayuno aporta entre el 20% y el 25% del total de energía requerida para un adulto durante todo el día.
“El desayuno, como su nombre lo indica, es romper el ayuno creado durante las ocho horas de descanso, aproximadas, entre la cena y la primera ingesta de alimentos de la mañana. Éste debe aportar entre el 20% - 25% del total de energía diaria requerida de un adulto. Sin embargo, el actual ritmo de vida, que involucra muchas veces falta de tiempo, ha llevado a una gran cantidad de personas a saltarse el desayuno o a elegir alimentos no adecuados y optar, por ejemplo, por productos procesados y ultra procesados”, explica Aracelly Bravo.
Para ayudarnos a alimentarnos mejor, la especialista nos brinda tres opciones de desayuno rápidas y sencillas para iniciar correctamente nuestro día:
- Desayuno 1: Un vaso de yogurt natural, preferentemente sin azúcar, con dos cucharadas de avena o granola. Además, un pan integral (30 gr) con pollo deshilachado y apio (25 gr) y un puñado de arándanos o aguaymantos, para completar.
- Desayuno 2: Una taza de quinua con leche (250 cc) y un pan (30 gr) acompañado con un huevo cocido rociado con un chorro de aceite de oliva o Sacha Inchi. Asimismo, una tajada de papaya en trozos.
- Desayuno 3: Una taza de leche con harina de siete cereales, y una porción de choclo (1/2 taza) con queso fresco (30 gr). También, para completar, una porción de frutos secos como maní, pecanas, almendras, etc.
CONSEJOS
La especialista señala que el desayuno debe componerse de alimentos que sean fuente de carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas, minerales y fibras. “Para estar saludables debemos priorizar el consumo de alimentos que sean fuente de carbohidratos complejos, como los cereales, de proteínas de alto valor biológico, como lácteos y huevos que nos proveen de aminoácidos esenciales, y de grasas que contribuyan aportando energía y la absorción de vitaminas como la A y D”, señala.
Aracelly Bravo explicó que saltarnos el desayuno puede generar que nuestro organismo crea que no va a consumir alimentos a corto plazo o en las siguientes horas, por lo que cuando finalmente nos alimentemos almacenará grasa (reserva), y si esto se vuelve una costumbre tendremos un metabolismo lento y estaremos faltos de energía; lo que disminuye nuestra productividad y también puede interferir en nuestro aprendizaje, por ejemplo.