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¿Cómo no estar cansados de escuchar en las noticias que se desató la fiebre de Pokemón Go y que los niños, jóvenes y no tan jóvenes han salido a las calles como locos en busca de una nueva adquisición para alardear? Y es que los jóvenes están en peligro de convertirse en adictos a las nuevas tecnologías, hasta el punto de no controlar su conducta y descuidar su vida personal.

Según los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística de España, un 63,5% de los  de entre 10 y 15 años tiene móvil y un 65% de los que lo tienen, lo colocan al lado de su cama mientras duermen.

¿Qué podemos hacer para que no caigan en esta obsesión?

Podemos comenzar por establecer normas o estrategias para lograr una serie de truquillos que les ayude a desengancharse y, ¿por qué no?, para que nosotros también nos olvidemos de la pantalla.

No se puede exigir a los hijos que controlen su tecno adición si los  son los primeros que viven pegados al móvil. Tendrás que practicar lo que predicas, dejar de lado el móvil o la tablet y disfrutar de un rato con ellos sin pantallas de por medio.

Antes de prohibir tajantemente, es mucho mejor tratar de ser razonable y negociar con tus hijos unas normas para usar el móvil. Haz como Janell Hoffman, una madre que se hizo famosa hace unos meses por hacer firmar a su hijo de trece años un contrato antes de regalarle el móvil. Pero sin recurrir al aburrido lenguaje legal, también puedes llegar a un acuerdo en cuanto a tiempo, lugar, contenido y maneras para usar el móvil y otros aparatos tecnológicos

Los tecnoadictos viven todo el tiempo con el miedo a perderse algo. Sufren FOMO (si lo traducimos del inglés significa “miedo a perderse algo”) y están siempre pendientes de lo que hacen los demás, impidiendo disfrutar del momento.

Un fin de semana alejados del móvil es un periodo de tiempo pequeño y asumible, un periodo de prueba que es posible abrazar todos juntos para descubrir el límite, la capacidad para aguantar e incluso para tomarlo como si fuera una competición amigable. Y, por supuesto, la manera perfecta para descubrir que sin el móvil en la mano también se pueden hacer otras cosas interesantes.

Descubre con ellos que hay demasiadas cosas fantásticas que hacer como nadar en la playa, montar en bicicleta, visitar parques de atracciones, hacer deporte o descubrir ciudades como para perder el tiempo mirando una pantalla, otra oportunidad también para reconectarse con la naturaleza implica desconectar nuestros teléfonos y disfrutar de los beneficios de pasar más tiempo al aire libre.

Las nuevas tecnologías han cambiado nuestra forma de leer y de procesar la información. Invitar a tus hijos a leer un libro largo es una forma de poner a entrenar su cerebro. Además, las personas que leen tienen un mayor nivel de concentración y mejoran notablemente su capacidad para poner toda su atención en las cosas prácticas de la vida, incrementan su memoria y cuentan con muchos temas de conversación. Leer un libro, además, no es incompatible con las nuevas tecnologías sino que pueden formar un dúo imbatible. Les servirá para aprender a resumir la información, a expresarse, a ordenar los bloques de texto y a ser creativos.

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