Cuando tienes resaca por haber bebido más alcohol de lo que tu cuerpo tolera sientes náuseas, dolor de cabeza, confusión y malestar general. Es el hígado el que se encarga de procesar todo el alcohol que se ha bebido. Cuando llega la resaca estos síntomas son evidencia de que “está zapateando el hígado”.
Este órgano es como un laboratorio que desintoxica el cuerpo de lo que va circulando en la sangre (compuestos no nutritivos, etc.). Sin embargo, excesos de todo tipo sobrepasan su capacidad. Mucha gente se refugia en platos como el caldo de gallina o en el café para recuperarse, en medicamentos para mejorar la digestión o en suplementos para proteger el hígado. No obstante, nada de esto reparará el daño.
Los síntomas de la resaca tienen que ver con la deshidratación, por lo tanto, caldos de pescado o bebidas rehidratantes probablemente ayuden más a aliviar los síntomas. Otra ventaja es que los caldos concentran fósforo que suelta la presa al agua. Este mineral es necesario para que el cuerpo genere energía y mejore la fatiga propia de la resaca.