La artritis psoriásica y reumatoide son enfermedades que afectan las articulaciones y piel del cuerpo humano, causando dolor, rigidez e hinchazón, entre otros daños en el organismo. Ambas, sin el tratamiento adecuado, pueden ser incapacitantes con el tiempo.
Según expertos, cerca del 80% de adultos con estas afecciones experimentarán una significativa limitación para realizar actividades laborales. Sin embargo, las terapias biológicas mejoran su calidad de vida tras el impacto positivo en el desempeño laboral, la disminución del ausentismo y la disminución de muertes por paros cardiacos.
“La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel sin causa conocida y genera lesiones descamativas. No existen estudios de prevalencia en el Perú, pero alrededor del 1% de la población peruana tiene psoriasis, que se puede complicar con artritis, causando mucho dolor y potencialmente mayor riesgo de muerte cardiovascular, infartos cardiacos y cerebrales”, sostiene Alfredo Berrocal Kasay, médico reumatólogo del Hospital Cayetano Heredia.
Además, en el Perú se estima que aproximadamente 150 mil personas sufren de artritis reumatoide y varios de ellos reciben este tratamiento gracias a las EPS y EsSalud, entidad pública que tiene como misión la protección de la salud de la población asegurada.
¿Cómo funcionan?
Las terapias biológicas permiten usar medicamentos que actúan reduciendo la inflamación y frenando el daño a las articulaciones. Una vez que ésta se encuentra lesionada no se podrá remediar, por lo que el tratamiento temprano de la artritis reumatoide ayuda a prevenir y evitar que la enfermedad origine una discapacidad.
De acuerdo al experto, los medicamentos son producidos mediante biotecnología y los datos de su calidad, eficacia y seguridad están sostenidos en estudios científicos. “Es un medicamento que se usa en varias enfermedades de origen autoinmune como la artritis reumatoide, psoriasis, artritis psoriásica, espondilitis anquilosante y artritis idiopática juvenil”, precisa Berrocal.
Entre los beneficios se encuentra el alivio de dolores, inflamación y la disminución del avance de la enfermedad. Por tal, es fundamental que los pacientes mantengan su tratamiento de manera sostenida para que puedan sentirse capaces para sí mismos y para la sociedad.