La palabra “light” no significa que no aporte calorías ni que “no engorde”, mucho menos que, necesariamente, sea más saludable. Este término solo equivale a que tiene menos calorías.

El Codex Alimentarius, que reúne una serie de normas y especificaciones técnicas válidas a nivel internacional, indica que “para clasificar un alimento como ‘light’ debe tener 25 por ciento menos del contenido de energía o del nutriente del producto estándar”. Por ejemplo, para que un queso sea “light” debe tener 25% menos calorías o menos de alguno de sus nutrientes que aporta energía, como la grasa, en relación a la versión original.

Además, la característica que hace “light” a dicho alimento debe estar especificada en la etiqueta; si es “light” debido a la reducción de grasa, además de la palabra, debe detallar en qué nutriente está la reducción. Cuando busques este tipo de productos es necesario leer bien la etiqueta e identificar sus ingredientes para              elegir mejor.

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