La etapa de educación superior, ya sea universitaria o técnica, resulta desafiante en varios aspectos, entre ellos, el económico. Los gastos cotidianos y la falta de ingresos pueden hacer que sea un poco difícil llevar las finanzas durante los años académicos.

Para mantener el control del dinero mientras se estudia y, además, aprender más sobre el ahorro Mario Roncal, jefe de la carrera de Administración de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM), aconseja tomar en cuenta las siguientes estrategias.

ELABORAR UN PRESUPUESTO MENSUAL. Un presupuesto es la mejor manera de asegurarse no gastar más de lo que se puede. El orden adecuado es priorizar gastos esenciales, como la matrícula, el transporte y la alimentación, y asignar una cantidad razonable para gastos discrecionales, como entretenimiento y ocio.

BUSCAR FUENTES DE INGRESOS ADICIONALES. Los ingresos complementarios pueden ayudar a cubrir gastos imprevistos y a fortalecer la posición financiera. Considere oportunidades como trabajos de medio tiempo, pasantías remuneradas, tutorías o actividades freelance.

EVITAR EL ENDEUDAMIENTO. Antes de incurrir en deudas con tarjetas de créditos o préstamos estudiantiles, evaluar cuidadosamente la capacidad de pago. Lo ideal es buscar alternativas que no comprometan tu estabilidad financiera a largo plazo.

APROVECHAR DESCUENTOS Y BENEFICIOS ESTUDIANTILES. Por lo general, las instituciones educativas ofrecen descuentos y beneficios disponibles a sus estudiantes, como descuentos en establecimientos comerciales, suscripciones a servicios digitales y programas de becas y ayudas financieras.

PRACTICAR EL AHORRO SISTEMÁTICO. Establezca el hábito de ahorrar una parte de los ingresos mensuales, incluso si es una cantidad pequeña. Roncal aconseja tener cuentas de ahorro específicas o programas de ahorro automáticos para que este hábito se mantenga a lo largo del tiempo.

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