Preparar una lonchera que realmente apoye el bienestar de los niños no siempre es fácil, pero con unos simples ajustes se puede lograr un balance perfecto entre sabor y nutrición. Youmi Paz, Gerente Corporativa de Nutrición y Proyección Social de Gloria, comparte algunos consejos prácticos para hacer que cada comida sea un paso hacia una mejor salud.

DESAYUNO. Iniciar el día con un desayuno equilibrado es esencial. “Es el momento de reponer energías después de un ayuno prolongado, por eso debe ser variado y equilibrado”, menciona Paz.

PROTEÍNAS. Incorporar alimentos ricos en proteínas como carne, leche, queso o huevo es fundamental para el desarrollo físico y mental de los niños.

FRUTAS Y VERDURAS. Estos alimentos proporcionan las vitaminas y minerales necesarias para el organismo. Además de ser coloridas y sabrosas, ayudan a los niños mantener una buena salud.

GRASAS SALUDABLES. “Las grasas provenientes de lácteos, como la leche y el queso, ayudan a absorber vitaminas y fortalecen el sistema inmunológico”, asegura la experta.

HIDRATACIÓN. El agua no puede faltar en la lonchera, ya que el cerebro necesita mantenerse hidratado para rendir durante el día.

CARBOHIDRATOS. “El pan, el choclo o la quinoa son opciones energéticas, que aportan carbohidratos importantes para el día”, indica la experta.

EVITAR PRODUCTOS ULTRAPROCESADOS. Es importante limitar los alimentos como gaseosas y golosinas, que no aportan nutrientes valiosos y pueden afectar el apetito.

OJO AL DATO. Es fundamental conversar con los niños sobre sus gustos y preferencias para que se sientan involucrados en la preparación de su lonchera.

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