¿Es posible disfrutar del pan y la pastelería durante la temporada más calurosa del año sin comprometer la salud y el placer gastronómico? A menudo se ha estigmatizado el consumo de pan en la dieta por asumirse erróneamente que es un carbohidrato malo que genera sobrepeso y que resulta nocivo para la salud.
Sin embargo, según Martín de Vit, técnico de Puratos, empresa belga Foodtech especializada en crear soluciones alimentarias para panaderías, pastelerías y chocolaterías, el pan es un alimento con bajo contenido de grasas y un buen contenido de fibra. El experto estima que 100 gramos de pan blanco e integral pueden aportar 3,5 y 7,5 gramos de fibra a nuestra dieta respectivamente.
“Hay que tener en cuenta que una alimentación saludable, sobre todo en los días de calor, es aquella que incluye todos los grupos de alimentos, sin restringir alguno. Solo se trata, de modificar la forma de prepararlos y cocinarlos de modo tal que puedan obtener platos frescos y livianos”, agrega Evelyn González, vicepresidenta de marketing de la marca.
En Costa Rica, 7 de cada 10 consumidores valora la presencia de ingredientes familiares al explorar nuevas opciones culinarias. La sostenibilidad, por su parte, también ha llegado a la pastelería y panadería argentina. “Chocolates de fuentes sustentables, frutas locales, versiones 100% vegetales y opciones de empaque eco amigables son decisiones conscientes que están marcando la pauta en la creación de dulces”, destaca González.
Los rellenos para pastelería con alto contenido de fruta natural, como fresa, mora, piña o frambuesa con pepas y naranja, son opciones frescas y saludables que pueden incluirse en una dieta balanceada. Esto puede realizarse si los consumidores no caen en excesos y pueden equilibrar la ingesta de estos alimentos con los nutrientes presentes en su dieta cotidiana.