La trujillana María Miñano Cerna (47) acompañó fielmente a Mercedes Sosa los últimos 17 años y quizá es la que más llora su partida. Yo estaría más solita todavía si no estuviera María, dice en su biografía titulada La Negra en la que le agradece su dedicación a ella.
Es de lo más importante que hay en mi vida en estos años. No sólo es la mujer que hace de comer, que lleva la casa o la agenda, es mucho más que todo eso, contó la inmortal tucumana.
Hace dos años Mercedes celebró por todo lo alto su cumpleaños número 72 y el casamiento de su ahijada con un español llamado Blas. Esta es una noche de felicidad para mí. No sólo por mi cumpleaños, sino porque es una gran historia de amor la que une a Blas y a María, confesó emocionada Sosa.
Ese día su ahijada se vistió de blanco e ingresó a la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe de Buenos Aires del brazo de su novio, mientras Mercedes en primera fila la miraba orgullosa. La dicha le brotaba por los poros.