Waldir es el mayor de 5 hermanos, vive con su familia en la comunidad campesina en Viacha, en el Cusco. Foto: Mario Zapata / GEC
Waldir es el mayor de 5 hermanos, vive con su familia en la comunidad campesina en Viacha, en el Cusco. Foto: Mario Zapata / GEC

Desde su comunidad campesina en Viacha, en el Cusco, Waldir Maqque muestra al mundo la riqueza de la cocina andina, los productos nativos y la forma tradicional, casi ancestral, de preparar los alimentos. Eso ha marcado su éxito en TikTok, la red social donde tiene 848 mil seguidores.

Con su frase “Qué riquito está”, Waldir se ha dado a conocer, elaborando recetas tradicionales que su abuela y su madre le enseñaron desde niño. Aunque confiesa que en un principio cocinar no le gustaba, la necesidad lo llevó a trabajar entre ollas y fogones, logrando que se enamore de la gastronomía y haciendo de ella su profesión.

40 recetas conforman el libro “¡Qué riquito está!”, 30 de ellas son tradicionales de la cocina andina. Foto: Mario Zapata / GEC
40 recetas conforman el libro “¡Qué riquito está!”, 30 de ellas son tradicionales de la cocina andina. Foto: Mario Zapata / GEC

“En verdad, a mí no me gustaba la cocina, porque en mi casa, desde muy pequeño, estaba obligado a cocinar con mis hermanos. Pero fue donde también encontré una puerta siempre abierta para cuando salí a estudiar y trabajar en la ciudad. Encontré en la cocina una opción de poder trabajar”, cuenta un tímido Waldir, quien aún no se acostumbra a la fama que ha alcanzado gracias a su cuenta de TikTok. La gente lo reconoce en la calle y le pide fotos, a lo que él acepta siempre con una sonrisa.

La gente lo reconoce en la calle y le pide fotos, a lo que él acepta siempre con una sonrisa. Foto: Mario Zapata / GEC
La gente lo reconoce en la calle y le pide fotos, a lo que él acepta siempre con una sonrisa. Foto: Mario Zapata / GEC

Sueños en grande. Pero esa timidez contrasta con sus grandes sueños. Waldir tiene una idea en mente y trabaja mucho para hacerla realidad: dar a conocer al mundo su comunidad. En ese proyecto, sus redes sociales han jugado un rol fundamental.

“Yo creo que el mundo de las redes sociales ha llegado para cambiar. Desde donde estamos podemos enseñar nuestra vivencia, tal como somos, conocer mucho de las comunidades nativas”, explica Waldir.

Pero él ha dado un paso más. Acaba de publicar su primer libro, que no podía tener otro nombre que su frase representativa: “¡Qué riquito está!”. En esta publicación, Waldir narra cómo es la vida en Viacha, una comunidad campesina donde trabajan bajo el sistema de los incas: el ayni y la minka, que es el trabajo colectivo para el bien común; además, da a conocer recetas tradicionales de la cocina andina.

“No es un libro común de recetas, porque cuenta historias, anécdotas, cómo es la vida sostenible, el trabajo con los animales”, detalla Waldir. Foto: Mario Zapata / GEC
“No es un libro común de recetas, porque cuenta historias, anécdotas, cómo es la vida sostenible, el trabajo con los animales”, detalla Waldir. Foto: Mario Zapata / GEC

“En mi comunidad, muchas de las tradiciones, de la cultura viva que existe, se mantiene de generación en generación, es una herencia. Yo quería que esta tradición no se pierda, que quede plasmada en un libro, y así nació ‘Qué riquito está’. Este libro lo venía pensando desde hace mucho, hasta que se dio la oportunidad este año de escribirlo”, cuenta el joven cocinero de 27 años.

“No es un libro común de recetas, porque cuenta historias, anécdotas, cómo es la vida sostenible, el trabajo con los animales”, detalla.

Difundir la cocina ancestral andina es su objetivo. Foto: Mario Zapata / GEC
Difundir la cocina ancestral andina es su objetivo. Foto: Mario Zapata / GEC

Waldir es un embajador de su comunidad, aunque él no se lo cree. “La comida andina está resaltando mucho, yo creo que se está poniendo de moda trabajar con los productos nativos y lo que yo hago es incentivar. Mis padres me han enseñado a crear oportunidades con nuestra cultura, con lo mejor que sabemos hacer. Si tengo la oportunidad, enseño todo lo que he aprendido. El conocimiento se comparte, si no muere con uno. Sé que estoy aportando muchísimo a la sociedad, y gracias por tomarme como un referente. Todo es posible si trabajamos duro, si estamos enfocados y persistimos”, finaliza.