Para la División de Homicidios de la Dirincri, el anciano Cosme Villegas Peña (78) asesinó a la joven venezolana Lizmar Hernández producto de la obsesión que sentía por ella.
Tras el registro domiciliario realizado la tarde del domingo en su vivienda de San Borja, la Policía halló sobre su ropero la foto de Lizmar, en tamaño jumbo, donde posaba en bikini en el interior de un auto. El anciano mostrando así el excesivo interés que tenía por la mujer. Asimismo, encontraron en uno de los cajones de su escritorio un cartucho de pistola Browning baby, igual a la que le causó la muerta a la extranjera.
VIO UNA VIZCACHA
Ante los detectives, Cosme narró que viajaron a Canta la mañana del 30 de diciembre con la intención de cazar palomas. Ya en el lugar, y luego de un buen tiempo de no lograr su objetivo le pidió a la joven que recogiera agua del río para el radiador del auto. “Dijo que vio una vizcacha y cuando intentó dispararle se resbaló, tiró del gatillo y mató a la mujer”, señaló a OJO una fuente policial.
Tras cometer el crimen, Villegas dijo que entró en crisis de nervios y fue en busca de ayuda. Sin embargo, abandonó el cuerpo y retornó a su casa, en Lima. Luego puso la denuncia de abandono de trabajo contra Lizmar.
La necropsia realizada al cuerpo de Lizmar señala que el disparo que acabó con su vida fue hecho por una persona de pie, de arriba hacia abajo, lo cual desmiente la coartada del abogado jubilado, quien señaló que se trató de un accidente.
Mañana miércoles se realizará la reconstrucción del crimen de la joven venezolana en Canta.
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