Capturan a banda de peruanos y venezolanos que secuestraron a empresarios y pedían medio millón de dólares

Actualizado el 16/03/2020, 08:22 a.m.

Fue el trabajador de confianza de uno de los empresarios rescatados por la Policía la madrugada de ayer en Ancón, quien dio información a una banda de secuestradores integrada por peruanos y venezolanos, para pedir un millonario rescate a sus familias. Operaban en complicidad con una atractiva venezolana que averiguaba sobre el poder adquisitivo de sus víctimas.

Los empresarios Erick Trujillo Torres (40), distribuidor de pernos y tuercas, y Milton Corrales Calla (46), dedicado a la venta de mobiliario, fueron secuestrados el mismo día, pero en diferentes horas, en el cono norte y, por ellos pedían US$500 mil.

Tras días de investigación y seguimiento, detectives de la División de Secuestros de la Dirincri capturaron a parte de la banda. Manuel Aspilcueta Gonzáles (36) fue detenido cuando iba en su auto, en el óvalo Naranjal, en Los Olivos. Luego la Policía llegó hasta un terreno, en la urbanización Los Portales, en Santa Rosa. Ahí hubo un fuego cruzado con los delincuetes.

RESCATAN A DOS PERSONAS SECUESTRADAS EN SANTA ROSA EN ANCON, EN LA ACCION UN POLICIA RESULTO HERIDO DE BALA Y DETUVIERON A DOS PERUANOS Y UN VENEZOLANO

Fueron heridos el suboficial William Ríos Cauti, con dos balazos en el abdomen y otro en el brazo, y el venezolano Anderson Rodríguez Sánchez (24), quien cuidaba a los secuestrados, que fueron encontrados con las manos engrilletadas y los pies atados con alambres. También cayó su compatriota José Pérez Palacios (23).

Finalmente, fue detenido Gian Carlos Flores Plascencia (33), quien sería trabajador de confianza del empresario Erick Trujillo y el encargado de presentar a la extranjera.

Tras la confesión de uno de los detenidos, se supo que tenían pensado secuestrar a empresarios de la capital.

TORTURADOS

Los secuestradores filmaban a sus víctimas cuando eran golpeadas en la cabeza. Además, les ponían las pistolas en la sien y amenazaban a sus familiares con matarlas, si no pagaban el rescate. Estas fotos y videos fueron enviados hasta en seis oportunidades, para generar pánico en los familiares y obligarlos a pagar.