Abrazando a uno de sus tres hijos yacía Karina Astañaupa Paucar (27) y su pequeño de un año y 10 meses, sobre una cama de la habitación de su vivienda, muertos, en la provincia de La Oroya (Junín).
Así los halló la policía luego de que la desesperada madre sintiera que no tuviera otra opción para resolver su problema económico. Al promediar las 8 de la mañana, Karina Astañaupa mezcló dos frascos de insecticida “Furodan” - especial para controlar plagas contra la papa - con yogurt para dárselo a sus tres menores mientras tomaban el desayuno.
Doce horas después, Yabi Lenin Puris Estrella (29) llegó a su casa ubicada en la Manzana 1 Lote 2 de la asociación de Viviendas Curipata donde encontró a su mujer y a sus tres hijos sin vida.
En la parte inferior de la cama donde estaba la progenitora con el bebé, permanecía tendido su otro de sus sucesores de siete años de iniciales M.L.P.A. Mientras que en otro catre, parecía que reposaba otra menor de solo cinco años.
Luego de ver a su familia muerta, Yevi Puris llamó a la policía. Tras la necropsia de ley, confirmaron que la ingesta del potente veneno acabó con la vida de todos.