Si está caminando por la calle y de pronto se encuentra un fajo de billetes y una persona se le acerca para decirle que también lo vio; o si alguien acude a usted y le dice que tiene unas pepitas de oro y a cambio le pide dinero porque le urge, tenga cuidado. Podría estar frente a unos estafadores que timan con la modalidad de ‘la cascada’ o el ‘cuento de las pepitas de oro’.
Estas formas de estafa se conocen desde el año 1970 que es muy usada por los delincuentes a nivel nacional y muchas personas caen ingenuamente, al parecer, cegadas por la codicia, afirmó el coronel PNP Edgardo Huamán Santa María, jefe de la División de Investigación de Estafas de la Dirincri.
Así como ‘la cascada’ y ‘las pepitas de oro’, también se da la estafa con ‘el cuento del tumi de oro’, ‘el cuento las monedas de oro’ y el ticket ganador de ‘la Tinka’.
¿En qué consiste la modalidad de ‘la cascada’?
El coronel Huamán explicó que por lo general los timadores seleccionan a sus víctimas que salen de entidades financieras o centro comerciales. El ladrón previamente prepara un fajo de billetes con papel periódico recortado o en su defecto mezclados con billetes que están fuera de circulación.
Señaló que por lo general son dos los delincuentes que operan con esta modalidad. Uno que deja caer un fajo con billetes verdaderos supuestamente de forma accidental y sigue su camino apurado y el otro que finge ser un peatón y que siempre está detrás de la víctima. Este último entra en acción cuando la persona elegida está a punto de recoger el fajo de billetes y le hace saber que él también lo vio. Empieza a conversarle, ganarse su confianza y le pide repartirse el dinero para inmediatamente cambiar de opinión y pedirle que le dé lo que tenga en ese momento.
“La víctima cede y en un descuido el estafador hace el cambio del fajo de billetes verdaderos con el fajo de papel recortado. Recibe el dinero de parte de la agraviada y le pide que guarde el fajo, que no lo habrá, que se vaya rápido a su casa porque podrían robarle y así la persuade. La agraviada se da cuenta de la estafa cuando llega a su casa”, sostuvo el coronel Huamán.
‘Cuento de las pepitas o monedas de oro’
Otra de las modalidades de estafa es el ‘cuento de las pepitas de oro’ o también el ‘cuento de las monedas de oro’. En ambos casos el modus operandi es igual y solo cambia el supuesto objeto preciado, refirió el jefe de la División de Investigación de Estafas.
El estafador, que se hace pasar como un provinciano recién llegado a la capital capta a un transeúnte y utiliza diversos argumentos como que está perdido en Lima y que está buscando la forma de volver a su lugar de origen o tiene a un familiar grave. Le dice a su víctima que está vendiendo monedas de oro o pepitas de oro que trae desde su tierra.
“Estos timadores se valen del sentimiento y del poder de convencimiento y así consiguen estafar. Piden a los agraviados el dinero que tienen en ese momento o en su casa y caen”, refirió el coronel.
Sin embargo, en un descuido les cambian el paquete y les entregan piedras, monedas de diez céntimos o papel recortado como le sucedió en mayo pasado a una mujer, cuya identidad se mantiene en reserva. Ella fue timada con el ‘cuento de las monedas de oro’ y denunció el hecho en la unidad especializada de la Dirincri.
Esta víctima fue interceptada por una mujer, supuestamente de origen andino, que le preguntó cómo podía llegar al Ministerio de Cultura porque deseaba vender unas monedas de oro que valen mucho en dinero.
La timadora mostró las monedas doradas a la vecina miraflorina y esta última la llevó a su joyero para que determinara si era oro. Este experto analizó una de las monedas y dijo que eran de oro de 18 kilates. La mujer se deslumbró por el mineral precioso y decidió comprarle por lo que se dirigió a una entidad financiera donde se hizo un préstamo de S/11 mil y le entregó el monto a la estafadora. La víctima llegó a su casa y al abrir el pañuelo solo encontró 15 monedas de diez céntimos.
Otro caso
Otro caso similar sucedió la semana pasada en agravio de María Arteaga (70), a quien estafaron con S/7.580, 290 euros y US$495. Ella fue abordada por un sujeto que le pidió ayuda para llegar a una dirección alegando que no sabía leer y que recién había llegado de Ucayali.
Luego, le mostró varias monedas supuestamente de oro que las quería vender para realizarse una operación de los ojos y regresar a su tierra. En ese momento entró en escena otro sujeto y convencieron a la persona de la tercera edad ir a otro lugar para evitar ser víctimas de robo. Así, ingresaron a un chifa.
Los sujetos convencieron a la anciana para que les entregue el dinero que tenía a la mano. Ella se dirigió a un banco, retiró el monto y se los entregó. Sin embargo, los extraños movimientos de los dos hombres eran vigilados por agentes del Grupo Terna que los intervinieron en el cruce del jirón Ayacucho y la avenida Grau cuando iban a subir a un taxi. También alcanzaron a la mujer que se iba hacía otra dirección.
Luego, los agentes descubrieron que los intervenidos Francisco Arévalo Inga (34) y a Gunther Paredes Fulca (70) habían timado a la anciana. Ella encontró monedas sin valor. La Policía recuperó el dinero de la agraviada. Los dos detenidos quedaron a disposición del Departamento de Investigación Criminal Centro.
‘Cuento de la Tinka’
En el caso de la estafa con el ‘cuento de la tinka’ el modus operandi es similar al cuento de las monedas de oro. El timador se acerca a la víctima alegando que no sabe leer y que quiere saber si ha ganado. Saca un ticket, que resulta ser un boleto con los números ganadores, pero falso, y lo muestra. Al revisar se dan cuenta que si es el ganador, se muestra nervioso, asustado, que mejor no quiere el dinero por miedo a que lo secuestren. Después de unos minutos le pide que se quede con el boleto y que a cambio le dé el dinero que tiene a la mano.
El coronel Edgardo Huamán recomendó al público a estar atentos si tuvieran frente a una de estas situaciones para no dejarse sorprender.