El Concejo Provincial de Trujillo decidió suspender ayer, por unanimidad, en el cargo de alcalde a César Arturo Fernández Bazán. Fueron un total de tres pedidos de suspensión que fueron argumentados durante la respectiva sesión de concejo extraordinaria.
Durante la sesión, el burgomaestre intentó usar al asesor legal de la Municipalidad Provincial de Trujillo para que asuma su defensa, pero al estar impedido por ley, decidió prescindir de ello y afirmó que “solo Dios es mi defensa”.
Aún no se sabe si presentará el recurso de reconsideración ante el Concejo Provincial, caso contrario la decisión de suspender quedará firme y deberá ser elevada al Jurado Nacional de Elecciones (JNE), para que le retire las credenciales y entregue de forma oficial el cargo de nuevo burgomaestre de Trujillo al primer regidor Mario Reyna.
RESPONDE. Fernández cuestionó la decisión de los regidores e indicó que “lo más preocupante es cómo se sentirán en sus casas a conversar [...] con sus esposas o esposos. ¿De qué valores les van a hablar? Yo no he venido a robar como otros están esperando entrar para eso”.
Y no ha descartado presentar una reconsideración. “Voy a ver cómo pasa esto porque a las finales, siempre he dicho, cuando uno está solo, es libre. No tengo ningún apego a lo material, otros estarán pensando a la repartija de las obras”.
En otro momento, indicó que los ciudadanos que se manifestaron en su contra fueron “timados”. Y agradeció a los que respaldan su gestión.
La suspensión de Arturo Fernández responde a que tiene vigente una sentencia en segunda instancia por delito doloso.