Los infantes son protagonistas de varios accidentes caseros y se meten a la boca cualquier cosa, pero lo que ocurrió en Trujillo es algo nunca visto en el Perú. Una bebé de apenas 10 meses se tragó un crucifijo y tras seis horas de operación en una sala de emergencias del hospital Víctor Lazarte Echegaray en Trujillo, se pudo salvar su vida. El objeto se alojó en el esófago, por lo que fue una intervención delicada.
Mari Carmen Sejami Rosas, madre de la bebé, acudió al hospital Lazarte durante el último fin de semana al notar algunas molestias en su hija. En el servicio de emergencia pediátrica, se le realizó un examen de tórax, revelando la presencia de un crucifijo alojado en el esófago de la menor.
El gastroenterólogo Luis Alberto Esteves Cabanillas comentó sobre la complejidad de la intervención: “Le hemos realizado una endoscopia terapéutica, la bebita se tragó un crucifijo, tuvimos que esperar 6 horas para que el estómago esté vacío ya que había tomado su leche. Luego de eso, se procedió con la compleja intervención y todo salió súper bien”. La intervención quirúrgica requirió la colaboración de dos anestesiólogos y el talento del gastroenterólogo de turno.
Aunque sus familiares temían lo peor, ahora la bebé goza de vitalidad y ya fue dada de alta, por ello la madre agradeció a los médicos: “Estoy muy agradecida. Dios nos ha dado una oportunidad de vida y gracias a los doctores por este excelente trabajo”, comentó emocionada y prometió tener más cuidado con la pequeña.