Alan García se defiende con contundente carta y denuncia "persecución política"

Actualizado el 21/11/2018, 10:25 a.m.

Alan García se pronunció por primera vez tras pedir asilo político a Uruguay por lo que él considera una "persecución política".

En la carta publicada hoy, el ex jefe de Estado detalla que sus bienes se limitan a su vivienda particular mientras que sus ingresos a su pensión como expresidente, salario como director de un Instituto Universitario y de sus conferencias internacionales.

Además, asegura que ha sido investigado en varias oportunidades y nunca se halló nada en su contra. El expresidente detalla que la última de ellas, la ya conocida Comisión Lava Jato, liderada por la fujimorista Rosa Bartra, tampoco le encontró responsabilidad.

"No hemos encontrado ningún indicio, delación ni prueba que vincule a Alan García con alguno de los delitos", cita García Pérez al informe de Rosa María Bartra para justificar su pedido de asilo político a Uruguay.

En su carta también señala que dos fiscales de la Nación, Antonio Pelaez y Pedro Sánchez, archivaron investigaciones en su contra, pero asegura que "ninguna de ambas resoluciones" fueron "respetadas, en ese momento, por fiscales de inferior categoría que conducen la persecución política en mi contra con simples especulaciones y rumores".

Además, Alan García indica que no tuvo "nada que ver" con la coima que recibió el exviceministro Jorge Cuba.

IMPEDIMENTO DE SALIDA

Pese a que se "allanó" al impedimento de salida por 18 meses en su contra, Alan García ahora asegura que se trata de una "especulación malévola" y que la orden judicial se dictó "sin ninguna explicación".

De acuerdo al líder aprista, personal del equipo especial de las Fiscalías anticorrupción a cargo de la investigación le habría informado que pedirían prisión preventiva en su contra.

"Se nos informó que para la siguiente audiencia, la número 50, el 19 de noviembre se aplicaría una medida de detención preliminar en la propia audiencia para luego extenderla como detención preventiva por 36 meses, en una suerte de emboscada inaceptable".