Es una noticia poco agradable y complicada, especialmente si llega de sorpresa. De acuerdo a Jonathan López, director de la Red de Empresas y especialista en Recursos Humanos de la Fundación Forge, quedarse sin genera miedo, incertidumbre e incluso vergüenza.

“Al ser despedidos, los trabajadores suelen entrar en crisis y sentir tensión y angustia por no saber lo que pasará a futuro”, explica. En consecuencia, estos cambios en el estado de ánimo provocan nervios, dificultad para dormir o resentimiento hacia la empresa.

No se culpe a sí mismo

Es común que aparezcan algunas interrogantes en su mente como: “¿Por qué a mí?” y “¿Qué hice mal?”. Sin embargo, la desesperanza y el complejo de inferioridad no lo llevará a ningún lado. Evite estos pensamientos negativos y mantenga el optimismo.

Asimile la situación

“Tenemos que entender la realidad que estamos viviendo, aceptarla y armar un plan para volver al mercado laboral”, sugiere López. Por tal, aunque sea difícil, el duelo no puede durar mucho tiempo y lo ideal es buscar activamente trabajo en el menor tiempo posible, debido a la gran competencia que existe en el mercado.

Cree un plan estratégico

Aproveche el tiempo para tomar cursos virtuales, actualizar su CV y activar las redes de contacto. No se quede sin hacer nada y mejore sus habilidades profesionales durante este período, pues hablarán muy bien de usted.

Sea sincero en los procesos de selección

No es necesario que diga que fue despedido, pero tampoco diga excusas, mentiras o responda atacando a su antiguo jefe. Recuerde que la empresa puede averiguar la verdad con una simple llamada.

“A las empresas no les importa realmente si uno fue sacado por recorte de personal, sino qué hizo uno para mejorar durante ese tiempo de desempleo”, subraya el experto.