El año 2010, una mujer  identificada como Rosa Tapia sufrió fuertes  y parte de su cuerpo cuando su carro se incendió.

Hoy ella es consciente que no podrá tener el mismo aspecto de antes, pero nada la detiene para ser feliz. Por eso hace colectas para su reconstrucción facial y usa una peluca pues no tiene cabello.

"Cuando me dijeron que no tenía orejas, no sé a dónde se fue los aros. Luego me enteré que no tenía cejas, pestañas", inicia la entrevista con un medio chileno. 

Para tener una mejor calidad de vida, Rosa ya pasó por una operación de parpados donde le han injertado piel de su cuerpo.  

"La realidad es que no voy tener la cara, ni voy a ser normal al 100% con otro rostro", añade la mujer que pese a lo vivido aún le sonríe a la vida. 

En el 2010 su auto se quemó y no pudo sacarse el cinturón de seguridad a tiempo. Ese día, su vida cambió, aunque ella se las ha ingeniado para no necesitar de nadie.

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