En Nicaragua una mujer, de nombre Lucrecia, de 35 años decidió esperar su muerte echada en un ataúd. Según relata, un alma pérdida le dijo que su hermana gemela, muerta hace un mes, se reencarnaría en ella.
Ante ello la mujer decidió esperar el momento en un ataud. Así permance ya hace 18 días
Los familiares apoyan la idea de Lucrecia, sin embargo, la actitud desencadena inestabilidad emocional en los hijos de esta mujer, al ver a su madre acostada con vida, pero como si ya no quisiera estar en este mundo.