El Parque de las Leyendas se ha convertido en el centro de rehabilitación de los animales afectados por el derrame de petróleo, que logran ser rescatados de las playas contaminadas por el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor). Hasta el último jueves y tras más de dos semanas desde el desastre ecológico en la refinería La Pampilla de Repsol, 76 individuos habían sido derivados a este lugar, tras recibir el auxilio correspondiente.

Lissette Bermúdez, gerente de operaciones del Parque de las Leyendas, contó a OJO que “todos los días llegan en promedio de 10 a 11 animales”, siendo las especies más afectadas las aves guaneras como piqueros, guanay, chuitas, entre otras. “Hay animales que están 100% empetrolados, algunos 50% o 40%, pero no solamente ese es el efecto de un derrame de petróleo, sino que muchos animales que no han sido empetrolados, pierden el alimento y ya están viniendo en baja condición: con deshidratación u otros problemas adicionales”, explicó.

Agregó que la posibilidad de supervivencia en este tipo de desastres ecológicos es de alrededor 40 a 50%. Sin embargo, el trabajo por salvarlos empieza desde que son recibidos. “Pasan por un triaje, donde se hace la evaluación médica, se ve el grado del impacto del petróleo, el grado de deshidratación, el peso del animal, se identifica la especie y el ejemplar, y se le da primeros auxilios, que consiste en la estabilización del animal”, contó.

Aves rescatadas del derrame de petróleo son atendidas en el Parque de Las Leyendas. (Foto: Patronato del Parque de Las Leyendas)
Aves rescatadas del derrame de petróleo son atendidas en el Parque de Las Leyendas. (Foto: Patronato del Parque de Las Leyendas)

Luego, son derivados a un sector donde se le empieza a brindar todos los cuidados para que su condición mejore con alimentación forzada, vitaminas, antibióticos, entre otros, y así se le someta al baño, que es muy estresante. “Es preferible hacerlo por única vez, es decir, debemos tratar de lavarlo completamente una sola vez”, refirió.

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El baño, dijo, es toda una ceremonia debido a que se requiere agua caliente constante, presión de agua y al menos a tres personas. “Una vez bañados, se les debe secar con aire caliente y un lugar temperado. Y una vez limpio se les agrupa con su misma especie para que socialicen y ellos mismos empiezan a limpiarse”, detalló.

Adicionalmente, se les sigue fortaleciendo con medicamentos y comida hasta que recuperen la fuerza para volver a su hábitat. “Todo este proceso puede durar varias semanas”, sostuvo. Esta labor, que se realiza en el Hospital del Parque de Las Leyendas, la realizan en simultáneo alrededor de 25 personas.

Para Bermúdez lo sucedido en el mar de Ventanilla es una catátrofe, que ha perjudicado la vida marina. ”Quisiéramos salvarlos a todos, pero no es posible”, anotó.

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