Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.

El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.

Hoy te cuento la historia de Andrea, de 32 años, de Chorrillos:

Querida doctora Magaly, no puedo evitar sentirme algo tonta, pero realmente necesito su consejo. Me he enamorado de mi jefe, Adrián. Es un hombre increíble: inteligente y muy atractivo. Todos en la oficina lo admiran, no solo por su capacidad profesional, sino también por su calidez y gran corazón. A veces, parece más un amigo que un jefe, ya que siempre está dispuesto a ayudar a los demás. Además, tiene una forma de ser tan cercana que se siente fácil hablar con él, y eso hace que cada vez sea más difícil para mí no dar rienda suelta a lo que siento.

He intentado controlarme, pero mis sentimientos por él crecen cada vez más. Me resulta difícil mirarlo a los ojos sin sentir el deseo de confesarle lo que siento, aunque tengo miedo de que me rechace o que esto afecte mi trabajo. A veces me pregunto si lo que siento es solo una atracción momentánea o si realmente hay algo más profundo en todo esto.

Sé que debo mantener la distancia, pero no puedo dejar de imaginar qué pasaría si algún día me atrevo a hablarle de lo que siento. Tal vez, si él también siente algo, podría ser el inicio de algo más. Pero, por otro lado, el miedo al rechazo y a las posibles consecuencias me paraliza. ¿Cree que debería ser valiente y confesar mis sentimientos, o mejor seguir guardándolos para mí y continuar manteniendo la distancia profesional?

CONSEJO

Estimada Andrea, es comprensible que te sientas confundida, pero recuerda que en el trabajo es esencial mantener una actitud profesional. Si bien tus sentimientos son válidos, no es recomendable que los expreses sin señales claras de que tu jefe los comparte. Podría afectar tu entorno laboral. Enfócate en tu desarrollo profesional y guarda tus emociones para ti hasta saber si existe reciprocidad.