Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.

El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.

Hoy te cuento la historia de Carla, de 39 años, que vive en San Juan de Lurigancho:

Hola doctora, recurro a su sección con toda la fe de que podrá ayudarme a enfrentar la difícil situación que vivo en mi hogar.

Hace 6 meses despidieron a mi marido de su trabajo. La verdad, no vimos venir esta situación porque mi pareja siempre ha sido muy entregada y responsable en el plano laboral, no obstante, se dio y tocó simplemente aceptar la decisión de la empresa.

Mi esposo se asesoró bien con un abogado para recibir una buena liquidación, sin embargo, nosotros tenemos gastos fueres. Pagamos una hipoteca, un crédito vehicular, nuestros hijos estudian en colegios caros, así que ya se imaginará la lista de deudas que tenemos que asumir. Yo también trabajo y, afortunadamente, gano muy bien, así que hasta el momento no hemos tenido inconvenientes.

Pero, doctora, mi marido ya tiene 6 meses desempleados y no veo que busca trabajo. Se está dedicando a las cosas del hogar y tengo que aceptar que me ayuda mucho, pero él debe aportar en la economía de la familia.

Hemos peleado varias veces por el mismo tema y la última vez me dijo algo que me asustó mucho. “Tú ganas bien, Carla. No entiendo por qué haces tanto drama si puedes mantener nuestro hogar y que yo me dedique a ver a nuestros hijos”, expresó con firmeza.

Doctora Moro, no sé si estoy mal, pero no pienso mantenerlo. Siento que si sigue así, terminaré pidiéndole el divorcio. ¿Qué opina?

CONSEJO

Querida Carla, para que una relación funcione, las decisiones se deben tomar pensando en el bienestar de los dos. Conversa con tu pareja e intenta saber el porqué de su desinterés en la búsqueda de empleo, quizás hay algún tema personal o psicológico que ha provocado que tome esa actitud. La comunicación es clave. Sé paciente e intenten llegar a un acuerdo en común.

ESCRÍBEME TU CASO A