Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.

El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.

Hoy te cuento la historia de Valeria, de 30 años, de San Luis:

Valeria (30 años, San Luis). Señora Moro, mi novio es un descarado. Antes no era así, no entiendo qué le pasó, pero su nueva forma de ser me causa mucho daño y afecta enormemente mi autoestima.

Conocí a Martín en la universidad. Fuimos amigos durante un año, y después nos hicimos pareja. Desde el principio, él siempre fue muy simpático, bromista y muy cariñoso con sus amigas. No me molestaba porque lo veía como parte de su personalidad.

Cuando empezamos a salir, su actitud cambió un poco. Ya no hacía tantas bromas ni se mostraba tan coqueteo con otras chicas. Me pareció bien porque pensé que me tenía respeto y consideración, no obstante, con el tiempo empecé a notar algo que no había visto antes. Hace un par de meses fuimos a una fiesta en casa de una amiga. Había mucha gente, la mayoría mujeres jóvenes y atractivas.

En un momento me fui a buscar algo y, cuando regresé, vi a Martín mirando descaradamente el trasero de unas chicas que pasaban cerca de él. Ni siquiera trató de disimularlo. Me molestó muchísimo verlo así. Cuando está conmigo, no sé si lo hace, pero al menos no lo noto. Lo confronté y me dijo que estaba exagerando, que no tenía nada de malo mirar. Decidí dejar pasar esa ocasión, pero en una fiesta reciente volvió a hacer lo mismo. Esta vez lo amenacé con terminar si lo volvía a hacer. Doctora, ¿realmente estoy exagerando?

CONSEJO

Estimada Karina, es importante que comuniques tus sentimientos de manera clara y sincera con tu pareja. Las miradas hacia otras mujeres, especialmente cuando te hacen sentir incómoda, pueden ser una señal de falta de respeto. No se trata de controlar, sino de establecer límites saludables. Si su actitud no cambia, evalúa si esta relación te hace sentir valorada y respetada.