Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.
El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.
Hoy te cuento la historia de Ana, de 34 años, de San Juan de Lurigancho
Estimada doctora Magaly, me encuentro muy confundida y angustiada, por eso acudo a su orientación.
Hace cinco años, inicié una relación con Eduardo, un hombre maravilloso que, junto a mí, ha superado muchas adversidades. Es el amor de mi vida y, después de todo lo vivido, siento que somos el uno para el otro.
Hace tres meses, él me sorprendió con una propuesta de matrimonio. Estuve tan feliz que acepté inmediatamente, y juntos comenzamos a organizar nuestra boda para la segunda semana de febrero, coincidiendo con el Día de San Valentín.
Sin embargo, al poco tiempo, noté que Eduardo empezaba a insistir en tener una boda muy simple. Cada idea que le sugería le parecía excesiva en cuanto a costos, y me pareció extraño, porque yo sabía que él tenía ciertos ahorros. Pero hace una semana, cuando le pedí un auto antiguo decorado para transportarnos después de la ceremonia, Eduardo me sorprendió con una confesión. Me dijo que había gastado todos sus ahorros en una casa de playa, la cual usa de vez en cuando y también alquila.
Esto me decepcionó profundamente. No comprendí por qué priorizó esa compra en lugar de invertir en el día que, para mí, es tan especial. Ahora estoy completamente desilusionada y no sé si debo seguir adelante con la boda. ¿Qué me aconseja hacer, doctora?
CONSEJO
Querida Ana, entiendo lo difícil que debe ser enfrentar esta situación. El hecho de que Eduardo haya priorizado la compra de una casa de playa en lugar de invertir en su boda claramente te ha generado mucha desilusión. Sin embargo, es importante que hables con él sinceramente sobre cómo te sientes. La clave aquí es la comunicación.