En, las rondas campesinas castigaron a latigazos a dos ladrones de carteras. Se trata de  Moises Carrion de 19 años y Enrique Chávez de 38 años.  Ambos arrebataron un celular a una comerciante del centro de la ciudad. 

Los no dudaron en hacer justicia con sus propias manos y al mismo tiempo que azotaban a   los dos presuntos ladrones, ellos repetían: "No robar", "No robar". 

 Luego de ello, ambos fueron obligados a cantar el . Uno de los delincuentes vestía un polo de la , la misma camiseta que usó para cometer sus fechorías. 

Finalmente ambos bailaron  para revalorar las costumbres cajamarquinas. Las son las encargadas en los pueblos del Perú profundo de poner orden a la delincuencia. 

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