La fibromialgia es una enfermedad crónica que afecta más a mujeres que a hombres y quien la padece sufre de un dolor constante o intermitente en diversos puntos específicos del cuerpo, agotamiento y desgano limitando sus actividades.
En esta dieta se debe evitar alimentos que favorecen la inflamación como, por ejemplo, los que son ricos en azúcar añadida (no las frutas), frituras, grasa animal y ultraprocesados. calcio, magnesio y omega 3.
Por el contrario, es necesario incrementar alimentos fuente de triptófano (carne, huevo, quesos maduros, kiwi, plátano, etc.), fuentes de calcio (leche de vaca, sardinas, almendras, queso parmesano, ajonjolí, soya, entre otros), ricos en magnesio (leche de vaca, pan, avena, germen de trigo y palta), altos en potasio (fresas, espinacas, plátano, naranja) y que contengan omega 3 (anchoveta, salmón, atún, algas marinas).
La alimentación puede ayudar mucho a reducir el malestar. Lo óptimo es acudir al nutricionista para que elabore una dieta personalizada.
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