¡Feliz año, sobrino! Cerramos el 2024 con una proyección de crecimiento económico del 3.2%, un respiro después de la recesión del 2023. Sectores como pesca y agricultura mejoraron gracias al clima, y aunque suena chévere, estamos todavía lejos de que nuestra economía despegue.

La inversión privada viene recuperándose, y eso significa más chamba. Pero la realidad es que 4 de cada 10 trabajadores siguen subempleados; es decir, ganan menos de lo que necesitan o trabajan menos de lo que quisieran. Es como estar avanzando, pero con el freno de mano puesto.

Lo bueno es que para el 2025 vienen grandes proyectos mineros y de infraestructura que podrían darle un empujón a la economía. Eso sí, necesitamos menos drama político y más acción. Reglas claras, menos trabas y más empleo formal son la clave. Si el gobierno y el sector privado trabajan juntos, podemos salir del estancamiento. ¡Que este año sea el inicio de algo mejor! Y ya sabes, sobrino, hay que meterle punche y trabajar juntos para que esto despegue de verdad.

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