El edulcorante o endulzante es aquello que confiere sabor dulce a los alimentos o bebidas y pueden dividirse en dos grandes grupos: aquellos que aportan calorías a la dieta, también llamados calóricos, y aquellos que no.

Los primeros, como edulcorante añadido, suelen obtenerse de fuentes naturales (ej. maíz, caña, remolacha, coco, etc.) mientras que los segundos pueden ser de fuente natural (estevia) o sintéticos (ciclamato, acesulfame, etc.) y se consideran aditivos alimentarios.

Algunos ejemplos de los calóricos son el azúcar (blanca o rubia), panela, chancaca, miel, azúcar de coco, azúcar de dátil, jarabe de maíz alto en fructosa, entre otros, y aportan en promedio 5 calorías por gramo. Una cucharadita de azúcar que pesa 5 g aporta 20 calorías.

Este tipo de edulcorantes, sin importar su origen natural, tiene la capacidad de aportar al cuerpo energía para su uso inmediato y de elevar los niveles de glucosa en la sangre. A mayor cantidad de azúcar o edulcorante ingerido en un mismo momento, mayor cantidad de calorías e impacto en la glucosa sanguínea.

Las pulpas de fruta también pueden tener un efecto endulzante en las preparaciones, aunque con un grado de dulzor mucho menor, por ejemplo, compota de plátano.