Conservar y recalentar la comida correctamente es clave para evitar intoxicaciones y mantener el sabor de los alimentos. Lo más importante es enfriar rápido: no dejes la comida fuera más de dos horas, pásala a envases pequeños y llévala directamente al refrigerador. Esto evita que las bacterias se multipliquen. La comida bien refrigerada dura de 3 a 4 días, y si no la consumirás pronto, congélala.

Al recalentar, asegúrate de que quede bien caliente y no tibia, alcanzando una temperatura uniforme en todo el plato. Si utilizas microondas, mezcla o gira el contenido a la mitad del tiempo para evitar zonas frías. Las sopas y guisos deben hervir suavemente antes de servir.

Nunca vuelvas a refrigerar un alimento que ya calentaste y no consumiste. Con estos pasos sencillos, podrás disfrutar tus preparaciones con seguridad y sin desperdiciar comida.

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