La anemia en nuestro país sigue siendo un grave problema de salud pública. Hay etapas de la vida en las que el hierro es un nutriente crítico que debemos asegurar, especialmente durante el embarazo y, sobre todo, en el último trimestre. Por esta razón, es importante conocer las diferencias entre los términos “alto en hierro” y “fuente de hierro”.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un alimento se considera “alto en hierro” si contiene al menos el 30% del valor diario recomendado en una porción, lo que equivale a 4.2 mg de hierro para una necesidad de 14 mg. Por otro lado, un alimento se clasifica como “fuente de hierro” si cubre el 15% del valor recomendado, es decir, 2.1 mg de hierro o más por porción.

Si eres una persona con anemia, es recomendable consumir alimentos altos en hierro, como el hígado de pollo o el bazo. Para quienes no tienen anemia, los alimentos que son fuente de hierro, como la carne de res o las lentejas, son opciones adecuadas.

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