Despertamos en un estado metabólico que llamamos ayuno. Durante la noche el cuerpo reduce su necesidad de energía a las funciones básicas. El respirar, al despertar, demanda energía para realizar las funciones cognitivas como aprender. ¿Sabía que se estima que el cerebro consume el 20 % de la energía proveniente de azúcares y de no abastecernos de ella, las reservas de glucosa que circulan en sangre se agotan afectando todas las actividades?
Uno de los grupos de alimentos que necesita el escolar en la mañana es fruta fresca para disponer de energía rápida. Por eso la fruta fresca no debería faltar en el desayuno escolar. También necesita de energía que se utiliza de manera lenta. La bebida de avena, de quinoa o el choclo sancochado son buenos ejemplos.
Según el escolar puede haber opciones más adecuadas de fruta. Por ejemplo: si el escolar tiene poco apetito, las fresas, arándanos y mandarina son buenas opciones y si tiene apetito, el plátano o mango van bien.
El escolar también necesita proteína para su crecimiento y desarrollo. Por ello, el desayuno debe tener un alimento como el huevo, la leche o el queso.